Las películas navideñas se han convertido en uno de los productos culturales más consumidos durante el mes de diciembre, y ya marcan el “play” de inicio para la temporada de fiestas y celebraciones de fin de año. De acuerdo con datos de una reciente publicación de Circana, el consumo de películas navideñas en servicios de streaming ha crecido un 50% en comparación con años anteriores. La Navidad es más que nostalgia, y se ha convertido en un motor para la economía mundial.

El marketing de temporada y las películas navideñas

El marketing que rodea a temporadas de celebración como la Navidad y el año nuevo ha funcionado gracias a su capacidad por parecer “invisible”. Durante estas fechas, las marcas apuestan por ofrecer experiencias y campañas memorables que les permitan conectar emocionalmente con los consumidores. Tan solo este año se registró un aumento del 32% de los contenidos de temática navideña en plataformas de streaming como Netflix, lo que refleja la importancia de sumarse a esta temporalidad desde el marketing de contenidos.

Además, las películas producidas anualmente por cadenas como Lifetime o Hallmark generan expectativa y conversación alrededor de la temporada; por ejemplo, en 2025 Lifetime presentó una serie de 13 nuevos títulos navideños que van desde comedias románticas hasta historias deportivas navideñas, cubriendo una amplia gama de intereses de audiencia.

Estos títulos no solo proponen un plan para qué ver en Navidad, sino que también influencian activamente la forma en que las marcas planifican anuncios, lanzamientos de productos y colaboraciones.

Impacto del marketing navideño

El marketing navideño busca ir más allá de la publicidad meramente transaccional, pues la Navidad es la temporada perfecta para construir relaciones más sólidas a través de narrativas emocionales que conecten con los valores y nostalgia de los consumidores. Este tipo de marketing permite a las marcas volverse parte e incluso generar experiencias especiales y emotivas.

Existen ejemplos clásicos de campañas navideñas que han logrado un impactoo cultural y comercial que siguen siendo recordados con el paso de los años y que de alguna forma ya son parte de la cultura pop que rodea a la Navidad. Anuncios como Coca-Cola con sus camiones iluminados han convertido a la marca en sinónimo visual de la temporada, elevando la fidelidad de sus clientes y mejorando las ventas estacionales año tras año.

Otras campañas orientadas a las artes cinematográficas como la colaboración de H&M en 2016 con el cortometraje “Come Together” dirigido por Wes Anderson, muestran que las marcas pueden usar formatos creativos y con un buen storytelling para transmitir sus valores festivos de una forma narrativa y no intrusiva. El marketing aprovecha los símbolos navideños y las emociones humanas para crear memorias y vínculos duraderos con la marca.

Películas navideñas: ¿Qué ver en Navidad?

Elegir qué ver durante la Navidad se ha convertido en una tradición que trasciende generaciones. Algunas películas navideñas clásicas siguen dominando búsquedas y conversaciones cada año, como Elf, Home Alone o It’s a Wonderful Life, que consistentemente encabezan las preferencias de búsqueda durante diciembre.

Por otro lado, cada temporada surgen nuevos títulos que se suman a esta tradición. En 2025, filmes como A Cherry Pie Christmas, que combina romance con turismo local, y eventos como el lineup de Lifetime ofrecen opciones más frescas para todos los públicos.

A esta lista se suman producciones modernas que conectan especialmente con audiencias jóvenes y digitales, como Klaus, The Christmas Chronicles, Last Christmas o Happiest Season, películas que mezclan storytelling emocional con valores contemporáneos como comunidad, diversidad y propósito. Estas narrativas no solo entretienen, también influyen en cómo las marcas construyen campañas de marketing navideño más humanas y relevantes.